El Uruguay de la Esperanza

Luis respondió “lo dicen ustedes, yo no”, el domingo 24 de noviembre de 2019 al cántico de “Presidente” de las multitudes en la noche de un balotaje que cambió el rumbo del país. El país se había volcado a la campaña de la positiva; un aire fresco invadió al Uruguay con miradas de esperanza en el porvenir.

Tanto ha cambiado el país que es inconcebible volver atrás. Tras cuatro años y unos meses, ha sido un líder del Partido Nacional quien nos deja un Uruguay que mira sólo para adelante. Al fin y al cabo, de eso se trata: de llevar a cada rincón del Uruguay resultados que solo puede ofrecer el Partido Nacional. ¿Por qué? La respuesta está en una visión única de lo que se merece la Nación y su gente. Es una visión histórica, que viene desde el nacimiento de nuestra comunidad espiritual, donde la patria es una sola, en la que cada oriental vale lo mismo, viva en capital o pago chico. Y en esa visión, Luis Lacalle Pou ha cumplido como un blanco cabal.

De Bella Unión a Rocha, innumerables pueblos recibieron la ambulancia, la clínica, el puente o la ruta. Eso es el Partido Nacional, un “poder hacer” en todo el país. Y ahí radica el orgullo, no en los números, sino en los hechos humanos. Cosas chicas para el país, que son grandes para las personas en él. Pero aún así, no se huye de hablar de gráficas; el país está de pie: con récord de salario real, récord de inversión social, récord de gente trabajando y récord de vivienda. “Hechos, no palabras”, nos dijo un Ingeniero; allí los tiene, es ir a ver el país.

Pero para elegir un Presidente no se puede sólo hablar de lo que se hizo. Hay que hablar de lo que se va a hacer. Y es por eso que tenemos a un candidato excepcional. Álvaro supo tener la experiencia de gobernar, liderando gran parte de las transformaciones que se hicieron, mano a mano con Luis. Y con esa experiencia, además de un equipo excepcional, conoce cómo cumplir sus compromisos. No por nada pusimos sobre la mesa un programa que contiene detalles de lo que será una segunda etapa, que por justicia debe liderar el Partido Nacional. Justicia, no por lo que se ha hecho -que no fue poco-, sino por lo que va a poder hacer por todos los habitantes de nuestra tierra. Allí está el porqué el Nacionalismo siempre estuvo por la positiva; apoyando un modelo de país que siempre esté con la gente. Por todo esto, es que el domingo 27, junto al Partido Nacional, es momento de seguir eligiendo ser parte del Uruguay de la esperanza.

Lucca Vercelli